En Colombia, la concepción actual del Estado-nación, administrado por corruptos y ladrones, busca ocultar la verdad a los colombianos. Tras años de engaño y manipulación, el país está preparado para cambiar su visión del mundo. Los mecanismos que pretenden igualar a los capaces con los incapaces intervienen de forma invisible en todos los aspectos de nuestra vida. Si generas mucho dinero, te lo quitan; si creas algo, estás obligado a entregarlo al Estado, que determinará su uso, todo con el fin de complacer a las clases menos capaces. Estas clases, en manos del poder, se han convertido en el arma e instrumento del Estado para perseguir y hacer cumplir “La Ley”, pero no la ley justa, sino la ley que les favorece a ellos.
Uno de los aspectos más oscuros de este sistema es el adoctrinamiento de los niños. Las escuelas en Colombia han dejado de ser instituciones educativas para convertirse en fábricas de obediencia al régimen. Son mecanismos de adoctrinamiento que validan todo lo que el régimen decide sobre nosotros. Nos hacen creer que el precio de la gratuidad en la educación es el adoctrinamiento; que para recibir una educación gratuita, uno debe vender su alma al servicio de un Estado que, a través de esta falsa educación, nos prepara para defender a una mafia que no busca otra cosa que perpetuar su poder. La educación en Colombia se ha convertido en una trampa, donde el verdadero costo es la sumisión y la pérdida de libertad.
“Esta mafia política, que ha gobernado Colombia por más de 100 años, ha vendido la libertad del empresario, la del policía de proteger a su región, y la del ejército de rebelarse contra un sistema que ya está incrustado sociológicamente en nuestra sociedad. El país está controlado por tres Estados visibles y dos invisibles, todos parte de un plan maquiavélico para mantener el control sobre la población.”
El primero es el Estado-nación, del cual todos formamos parte, aunque no con los mismos derechos ni libertades. Luego está el Estado indígena, que nos obliga a rendirle tributo bajo la retórica bolivariana de la supuesta “invasión” de los españoles. Este Estado ha recreado una deuda histórica artificial que utiliza como arma política para esclavizar al resto de la población, pagando miles de millones a parásitos organizados en sectas que incluso esclavizan y venden niñas, todo con la permisividad del Estado-nación. Por último, está el Estado de las FARC, al cual también le rendimos tributo mediante el pago de miles de millones a terroristas que, en los últimos 60 años, se han dedicado al tráfico humano, al reclutamiento forzado y al asesinato de cualquier individuo dentro de sus territorios que quisiera ejercer su libertad. Estos Estados invisibles son las verdaderas fuerzas que controlan a Colombia. No olvidar que el Estado-nación, a través de una traición por cobardía, se terminó vendiendo a los terroristas en la Constitución de 1991, consagrando su poder y garantizando su impunidad.
ESTADO CRIC – ESTADO LEGITIMADO POR EL ESTADO NACIÓN
ESTADO FARC – JEP – ESTADO LEGITIMADO POR EL ESTADO NACIÓN
Los Medios Artificiales de Difusión: “Todo el país sabe que los medios de “difusión” en Colombia son mediocres y que nadie los ve. Estos medios, incapaces de sobrevivir por su propia cuenta, se vieron obligados a crear un contubernio con políticos corruptos para subsistir. Terminaron convirtiéndose en burócratas privados, como lo hace el actual gobierno de Gustavo Petro, llenando sus filas con iletrados y burócratas cuyo único propósito es crear información falsa y difundirla para sostener ese contubernio. El gobierno actual no es más que una extensión irrestricta del plan de esta mafia política, que utiliza a los medios como una herramienta para controlar la narrativa y mantener a la población en la ignorancia.”
Los Sindicatos Artificiales Marxistas: “Es hora de despertar. Colombia no puede seguir siendo prisionera de un Estado corrupto que utiliza el miedo, la manipulación y el adoctrinamiento para mantener el poder. Debemos articular en nuevas instituciones civiles la realidad de este país, sobre todo su realidad histórica, la cual ha sido tergiversada y recreada por comunistas y parásitos formados en sindicatos marxistas. Estos grupos, disfrazados de una narrativa de “protección social”, no son más que cuerpos minoritarios organizados políticamente para someter al resto de los trabajadores y al dueño de la empresa o cualquier organización civil que quieran destruir.”
FECODE “PRECARIEDAD LABORAL” – sin concepto objetivo alguno – el estado legitima este comportamiento.
FECODE: SINDICATO MARXISTA DE ADOCTRINAMIENTO COMUNISTA – INSTITUCIONALIZADO POR EL ESTADO NACIÓN.
Recuerda: El objetivo de esta mafia es claro: sostener el statu quo en las clases sociales que no logran salir adelante, a pesar de que hubo sociedades hace más de 500 años que pudieron prosperar sin la tecnología de hoy en día. El sentido común ha sido modificado para crear un tumor ideológico en estas clases, donde la victimización y la envidia son el motor que las mueve, dejando de lado el honor, el sacrificio, la verdad y la honestidad. Ahora, lo que prima es tenerlo todo a cualquier costo, aunque eso signifique esclavizar al resto de la población para servir a ellos.
El país sabrá la verdad y se levantará contra este estado de manipulación y esclavitud que existe en Colombia.
Libertad y Orden.
