La Fórmula 1 no ha regresado a Argentina desde el 21 de abril de 1998, cuando Michael Schumacher cruzó la meta en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires para ganar el último Gran Premio disputado en el país. Entre 1953 y 1998, Argentina albergó 20 ediciones de esta carrera, convirtiéndose en un escenario icónico gracias a leyendas como Juan Manuel Fangio, quien conquistó cinco campeonatos mundiales y elevó el prestigio del automovilismo local. Sin embargo, tras esa última carrera, factores económicos y políticos alejaron a la categoría del país. En los últimos meses, Daniel Scioli, actual Secretario de Turismo, Ambiente y Deporte, ha encabezado esfuerzos para intentar revivir este evento. ¿Qué avances se han logrado hasta ahora en este proceso?
El interés por la Fórmula 1 en Argentina resurgió con fuerza en 2024 gracias a Franco Colapinto, un joven piloto de 21 años de la provincia de Buenos Aires. Colapinto debutó en la categoría con Williams en el Gran Premio de Italia, reemplazando a Logan Sargeant, y rápidamente captó la atención con actuaciones sólidas en circuitos como Singapur y Las Vegas. Su ascenso no solo reavivó la pasión de los fanáticos argentinos, sino que también creó una oportunidad que Scioli ha buscado capitalizar. En septiembre de 2024, durante un evento de la Federación Internacional de Turismo en Buenos Aires, Scioli informó que había discutido la posibilidad de traer de vuelta el Gran Premio con el presidente Javier Milei. “El fenómeno Colapinto nos obliga a pensar en grande”, afirmó, sugiriendo que el momento era propicio para reposicionar a Argentina en el mapa del automovilismo mundial.
El punto más destacado de estas gestiones llegó en noviembre, cuando Scioli viajó al Gran Premio de Brasil en San Pablo. Allí se reunió con Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, y Torben Olsen, jefe de Desarrollo y Carreras, acompañado por César Carman, presidente del Automóvil Club Argentino (ACA), y el empresario Felipe Mc Gough. Tras el encuentro, Scioli anunció en redes sociales que se había iniciado un proceso formal para el regreso de la categoría. “Estamos trabajando para que la Fórmula 1 vuelva a Argentina”, escribió, compartiendo una foto con los directivos. Según sus declaraciones, el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, inaugurado en 1952 y ubicado en el barrio de Villa Riachuelo, sería el circuito elegido. Este lugar, que en su momento acogió a pilotos legendarios como Ayrton Senna y Alain Prost, necesitaría una modernización significativa para cumplir con los estrictos requisitos de seguridad y tecnología que exige la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Scioli ha estimado que las obras en el autódromo tomarían aproximadamente dos años y costarían unos 30 millones de dólares. Este financiamiento, según ha aclarado, provendría de inversión privada, en línea con la política del gobierno de Milei de evitar el uso de fondos públicos. Empresas de sectores como la minería, el agro y el turismo han mostrado interés en participar, según el secretario, quien también ha indicado que técnicos internacionales ya están evaluando las instalaciones. El ACA, como entidad afiliada a la FIA, tiene un rol central en este proceso, encargado de supervisar las adecuaciones y garantizar que el circuito alcance el Grado 1, la certificación necesaria para albergar una carrera de Fórmula 1.
Pero, ¿qué más se ha concretado? Hasta el momento, las gestiones parecen estar en una etapa inicial. No se han publicado cronogramas detallados ni se han confirmado compromisos por parte de Liberty Media, la compañía estadounidense que gestiona los derechos comerciales de la Fórmula 1 desde 2017. Scioli ha señalado que 2027 podría ser un año viable para el regreso del Gran Premio, pero esto depende de varios factores. ¿Qué desafíos logísticos y financieros enfrenta Argentina para hacer realidad este objetivo? La renovación del autódromo incluye mejoras en las tribunas, los boxes y las zonas de escape, además de sistemas de cronometraje y seguridad de última generación. Además, el calendario de la Fórmula 1, que en 2025 contará con 24 fechas, está saturado, y países como Sudáfrica, Rwanda y Tailandia también compiten por un lugar. Brasil y México, por ejemplo, han asegurado sus grandes premios con una combinación de apoyo estatal y privado, algo que Argentina deberá igualar.
El impacto de un Gran Premio trasciende lo deportivo. Según estimaciones generales, un evento de esta categoría puede atraer entre 100,000 y 200,000 visitantes, generando ingresos millonarios en turismo, hotelería y comercio. En los años 90, el Gran Premio Argentino llegó a ser un escaparate internacional, y su regreso podría reforzar la imagen del país como destino global. Sin embargo, quedan preguntas abiertas. ¿Cómo se coordinarán las partes involucradas, como el gobierno porteño, los inversores y las autoridades de la categoría? ¿Qué rol jugará la continuidad de Colapinto en la Fórmula 1 para mantener el impulso? ¿Qué lugar podría ocupar Argentina en un calendario tan competitivo? ¿Y cómo se garantizará que el proyecto sea sostenible a largo plazo?
El entusiasmo por este plan es innegable, alimentado por el talento de Colapinto y el potencial económico que representa. Sin embargo, el camino hacia la bandera a cuadros aún parece largo. Para responder estas y otras incógnitas, Libertarian Times invita a Daniel Scioli a una entrevista, con el objetivo de obtener información directa sobre los avances, los planes específicos y las expectativas reales de ver nuevamente la Fórmula 1 en Argentina.
¿Qué tan cerca estamos de escuchar el rugido de los motores en Buenos Aires? ¿Será este el comienzo de una nueva era para el automovilismo argentino?