El conflicto entre India y Pakistán por la región de Cachemira entra en una nueva fase, marcada por tecnología militar avanzada, una creciente carrera armamentista y el involucramiento de potencias como China y Francia.
Cachemira bajo fuego: el conflicto indo-pakistaní se intensifica en 2025
La histórica disputa entre India y Pakistán por la región de Cachemira —activa desde la partición del subcontinente en 1947— ha vuelto a escalar peligrosamente. Un atentado ocurrido en mayo de 2025 en la zona administrada por India reactivó la tensión bilateral, desencadenando una nueva etapa del conflicto. Esta fase se caracteriza por el despliegue de armamento de última generación, ejercicios militares intensivos y una retórica nacionalista en aumento.
India despliega los Rafale: poder aéreo y doctrina de disuasión
India ha modernizado significativamente su capacidad aérea con la incorporación de 36 cazas Dassault Rafale, adquiridos a Francia entre 2020 y 2022. Equipados con misiles Meteor y SCALP de largo alcance, estos aviones constituyen el eje de una doctrina de disuasión más agresiva frente a Pakistán (France 24, 2023). Las aeronaves están operativas desde las bases de Ambala y Hashimara, en zonas estratégicas del norte y este del país.
Una innovación táctica clave ha sido el empleo de misiles de precisión sin abandonar el espacio aéreo indio, minimizando riesgos para los pilotos. Sin embargo, la escalada no ha estado exenta de consecuencias: Pakistán afirma haber derribado un Rafale con un misil aire-aire PL-10, de origen chino. Sería la primera pérdida en combate de este modelo desde su introducción en 2001.
Pakistán responde con tecnología china: los JF-17 y misiles PL-10
En respuesta, Pakistán ha potenciado su fuerza aérea con la modernización de los cazas JF 17, desarrollados junto a China. Estas aeronaves ahora están equipadas con misiles PL-10, considerados una amenaza directa incluso para fuerzas occidentales en el Indo-Pacífico.
Esta alianza tecnológica con Beijing consolida la presencia china en la región y redefine el equilibrio estratégico.
De Pulwama a la Línea de Control: una guerra híbrida en evolución
Desde el atentado en Pulwama en 2019 —en el que murieron 40 soldados indios— el conflicto ha adoptado una dimensión híbrida. A los combates convencionales se suman ciberataques, operaciones psicológicas y propaganda. India respondió entonces con bombardeos en Balakot, territorio pakistaní, y estableció una doctrina de ataques preventivos que ahora se sostiene con su renovada fuerza aérea.
Durante 2024 y 2025, se han reportado escaramuzas fronterizas, despliegue de drones armados y ejercicios aéreos con fuego real a lo largo de la Línea de Control (LoC). Naciones Unidas y Estados Unidos han llamado repetidamente a la moderación, advirtiendo sobre los peligros de una escalada nuclear en una de las regiones más militarizadas del planeta.
Impacto global: repercusiones industriales y geopolíticas del derribo del Rafale
El derribo de un Rafale ha generado conmoción a nivel internacional. Con más de 280 unidades operativas en países como Francia, Egipto, Grecia, Indonesia y Emiratos Árabes Unidos, el caza de Dassault es uno de los más exportados del mundo. Incluso Argentina considera al Rafale como posible sucesor de los Super Étendard.
Este hecho representa un golpe para Dassault Aviation, especialmente en medio de negociaciones con potenciales compradores. Además, la efectividad del misil PL-10 refuerza la posición militar de China y Pakistán en el Indo-Pacífico, y podría alterar el mercado global de defensa aérea.
“Make in India”: producción nacional y desarrollo aeroespacial
Aunque India aún no fabrica los Rafale de forma íntegra, avanza en su participación industrial. Dassault Reliance Aerospace Limited (DRAL) produce componentes clave en Nagpur, mientras se proyecta establecer una línea de ensamblaje final en el país, en línea con el programa “Make in India”.
Además, la creación de un centro de ingeniería en Pune y la fundación de la Dassault Skill Academy demuestran el compromiso de la empresa francesa con el desarrollo del ecosistema aeroespacial indio.
Conclusión: una región en vilo ante una nueva carrera armamentista
El conflicto indo-pakistaní ha entrado en una etapa tecnológica y estratégica sin precedentes vistos hasta el momento, con la participación directa de potencias como China y Francia a través de la venta de equipos militares. Agregando a la creciente militarización de Cachemira, el equilibrio regional se vuelve cada vez más inestable. Esta situación plantea riesgos globales, especialmente en un escenario donde la disuasión nuclear y las guerras híbridas ya son moneda corriente en Asia del Sur y el Indo-Pacífico.