Hace ya un buen tiempo siento que me he tomado más del prudente para intentar ofrecer una clarificación. Muchas veces, en nuestras casi mensuales salidas con amigos del colegio a comer hamburguesas, en particular uno de ellos se queja del “neoliberalismo” y de cómo las iniciativas políticas que surgen de allí terminan empobreciendo a muchos y enriqueciendo a pocos. En otras ocasiones, he escuchado un clamor por el regreso a políticas neoliberales, hartos ya de aquellas con una clara y explícita intención socialista —de planificación central en la asignación de recursos. Los primeros quieren alejarse cuanto antes del neoliberalismo; los…