Quiero dar luz a la cuestión de qué diferencia existe entre ser libertario y austrolibertario. Queda claro que ambos enfoques apuntan a la defensa de la libertad, de la no intromisión del Estado en el funcionamiento de la vida de las personas y las empresas, el libre comercio y, especialmente a la liberación del ser humano de las cargas impositivas impuesta por el socialismo, a través del uso monopólico de la violencia.
La definición elegida por el Presidente de Argentina Javier Milei sobre Libertad es la expresada por el gran Alberto Benegas Lynch (H) que dice: Es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, cuyas instituciones fundamentales son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social’”.
A estas hermosas palabras que nos regala Benegas Lynch (H). los austrolibertarios le agregamos la Acción Humana, de la que nos habla Ludwig Von Mises en su obra titulada con ese nombre y el estudio de la proxeología, ciencia que estudia la Escuela Austriaca de Economía, siendo su mayor autoridad de enseñanza, para nosotros, el gran Profesor Jesús Huerta de Soto. La Escuela Española de Economía, dicho en honor a los escolásticos del siglo de oro en Salamanca España, o como se la conoce gracias a Carl Menger, Escuela Austriaca de Economía, se adentra en el estudio de la acción humana, considerando que la empresarialidad es innata en el ser humano y esta es su capacidad de emprender, descubrir y crear oportunidades, de manera constante, frente a los desequilibrios que se producen permanentemente, alcanzando, por medio de un proceso dinámico, un orden espontáneo que hace que las personas creen constantemente nueva información y, en base a la utilización de los recursos escasos con los que cuentan para perseguir sus fines, se generen nuevos desajustes que, nuevamente, incentivan la creatividad empresarial, formando un ciclo perfecto de crecimiento, descubrimiento y creación, que sólo se interrumpe frente a la intromisión del Estado, por medio de las regulaciones, que son impuestas haciendo uso de su monopolio de la violencia.
La gran diferencia entre ser libertario o austrolibertario, es el estudio de las ideas de la Escuela Austriaca de Economía, logrando así, los últimos, tener los recursos intelectuales para defender la libertad y comprender cuáles son los efectos nocivos que genera el Estado en el proceso dinámico del mercado, la vida de las personas y el descubrimiento de las oportunidades. Los austrolibertarios nos destacamos por capacitarnos en el conocimiento que nos guiará a la libertad y que nos permitirá producir la libertad de nuestros con-ciudadanos. Somos una corriente dentro de la libertad capacitada para explicar y defender las ideas y para ello dedicamos mucho tiempo a lecturas y estudios de autores como, Mises, Hayek, Kizner, Menguer, Huerta de Soto, Bagus, Meseguer, Carreiro, Alonso Neira, entre muchos otros. La gran diferencia es que somos capaces de comprender los conceptos y explicarlos claramente y así lograr trasmitir a otros los conocimientos, abriendo los ojos a las personas que, cegadas por la mentira socialista, creen que el Estado es algo necesario y beneficioso, llegando al extremo de ceder el control de sus vidas a esa mafiosa corporación.
Como austrolibertarios nos destacamos por la necesidad de instruirnos para serlo. Es imposible decirse austrolibertario sin estudiar los valores e ideas, sin embargo, sí es posible ser libertario por medio de una simple manifestación verbal. Claramente se puede distinguir a unos y los otros cuando comunican las razones de ser de una u otra tendencia. De todas maneras, como dice el gran Huerta de Soto, todos son bienvenidos a la escuela, siempre y cuando estén dispuestos a estudiar sus enseñanzas, comprenderlas y trasmitirlas.
Para terminar, creo que el término ¨Austrolibertad¨ sería pasible de la siguiente definición (uniendo los postulados de Benegas Lynch (H) con los de la Escuela Austriaca): Es el respeto irrestricto de la acción humana, del proyecto de vida del prójimo y su empresarialidad, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad, y la creatividad, cuyas instituciones fundamentales son las sociales evolutivas que derivan en la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia, la división del conocimiento y la cooperación social, que se genera a través de un orden espontáneo’”.