Introducción
Zelensky llegó hace 11 días a la Casa Blanca para reunirse con Donald Trump, con la intención de firmar un memorándum de entendimiento sobre la explotación de minerales y garantías de seguridad. Sin embargo, lo que se esperaba como una negociación productiva se convirtió en un tenso intercambio en el salón oval, donde Trump, según muchos analistas, emboscó al mandatario ucraniano.
El Encuentro en la Casa Blanca
Durante la reunión, Trump y Zelensky protagonizaron un acalorado cruce verbal ante la mirada atónita de los medios y asesores presentes. A pesar de que Zelensky no parecía buscar una postura de superioridad, la falta de un asesoramiento adecuado y la ausencia de un traductor, como señala el experto Franco Pisso, llevaron a que el contexto superará al presidente ucraniano. Esto resultó en que Zelensky se retirara sin una conferencia de prensa que reflejara un compromiso claro de las partes involucradas en el conflicto.
Expectativas y Realidades
Tras el encuentro, muchos analistas anticiparon un giro pro-Putin en la postura de Trump. Sin embargo, la historia del mandatario estadounidense demuestra que hay que diferenciar entre lo que se dice en los medios, lo que expresa Trump y lo que finalmente realiza. Con su habitual pragmatismo, Trump anunció el 11 de marzo que levantaría las restricciones a la ayuda militar y al intercambio de inteligencia, cruciales para Ucrania, estableciendo así las bases para un acuerdo sobre los minerales ucranianos.
El Espectáculo Mediático
Ambos líderes asumieron roles diseñados para sus respectivas audiencias. Zelensky debía demostrar que Ucrania no repetiría los errores del pasado, mientras que Trump buscaba presionar a los países europeos para que aumentaran sus gastos en defensa, un tema recurrente en su campaña presidencial de 2024. Además, Trump necesitaba redirigir los esfuerzos de Estados Unidos hacia la disuasión del expansionismo chino, lo que requería que Rusia dejara de suministrar materias primas a China.
Desarrollo de la Negociación
Zelensky destacó las capacidades de los drones ucranianos, que equilibran el poder ante las fuerzas rusas, y mencionó la posibilidad de intercambiar licencias para la construcción de equipos antiaéreos en Ucrania. Este apoyo fue respaldado por el legislador Lindsey Graham, en Múnich, quien propuso declarar a Rusia como un estado patrocinador del terrorismo y comenzar el entrenamiento de pilotos ucranianos para mas F-16.
Sin embargo, el error de Zelensky al no contar con un traductor y su afirmación de que había un “océano de distancia” entre ambas naciones contribuyó al caos en la negociación. La discusión se tornó en un enfrentamiento sin entendimiento, lo que permitió que Trump, fiel a su estilo, criticara las administraciones anteriores y se posiciona como el único que proporcionó ayuda defensiva significativa, como los misiles Javelin.
De la Retirada al Cese del Fuego
El Gobierno de Trump anunció que levantaría inmediatamente la suspensión de la ayuda militar a Ucrania y reanudaría el intercambio de inteligencia tras días de especulaciones. Zelensky, por su parte, inició un proceso para lograr un cese de hostilidades con Rusia, manifestando que Ucrania estaba abierta a un alto el fuego de 30 días, sujeto al acuerdo del Kremlin.
Estas declaraciones se produjeron horas después de que Ucrania llevará a cabo un ataque aéreo significativo en Moscú, causando daños considerables en la infraestructura civil. La propuesta de tregua de 30 días permitió recuperar la ayuda militar y el intercambio de inteligencia estadounidenses, lo que fue celebrado por el secretario de Estado Marco Rubio como un avance significativo.
La reunión entre Zelensky y Trump no solo fue un reflejo de las tensiones actuales, sino también una oportunidad para redefinir las relaciones entre Ucrania y Estados Unidos. La capacidad de ambos líderes para comunicarse y negociar efectivamente será crucial en el futuro de la geopolítica global.